El láser prostático se utiliza de forma exitosa para el tratamiento de la hiperplasia prostática benigna en lugar de la tradicional resección transuretral. Con esta técnica se obtienen los mismos o mejores resultados que con la cirugía tradicional, con menos complicaciones y molestias para el paciente. Utilizando rayos láser de última generación y alta energía, en combinación con fibra óptica especialmente diseñada para esta aplicación, se realiza la vaporización fotoselectiva del tejido prostático.
El láser y la fibra óptica, en conjunto, permiten eliminar el tejido prostático sin causar sangrados. Esta técnica presenta muchas ventajas para el paciente, tales como el alivio inmediato de los síntomas -el flujo urinario aumenta un 200%-, reducción del tiempo de hospitalización -24 horas o menos- así como que la técnica pueda ser aplicada con seguridad en pacientes de alto riesgo, como puedan ser personas de edad avanzada, pacientes que tomen medicación anticoagulante o que padezcan problemas cardíacos o renales.