Un cálculo es una masa sólida y dura que se puede formar en la vesícula biliar, la vejiga y los riñones. Estos tipos de cálculos tienen diferentes causas y se tratan de formas diferentes.

En el caso de los cálculos renales y ureterales, estos se forman en el riñón y o bien se quedan ahí o se desplazan al uréter. Los cálculos renales se forman cuando los minerales o sales ácidas de la orina cristalizan. La mayoría de los cálculos se expulsan al orinar. No obstante, en algunos casos usted necesitará tratamiento para extraer el cálculo.

Cualquier persona puede presentar un cálculo renal durante su vida. Los cálculos pueden formarse si hay un
desequilibrio en la manera en que su cuerpo produce orina. Esto puede estar relacionado con cuánto bebe y si hay sustancias en su orina que desencadenan la formación de cálculos.

Los síntomas pueden variar desde dolor intenso a a la ausencia de este, dependiendo de las características del cálculo, como el tamaño, la forma, y localización del cálculo en el tracto urinario.

Si el cálculo bloquea el flujo normal de la orina a través del uréter, se sentirá un dolor intenso denominado cólico renal. Esto supone un dolor agudo en la zona lumbar y el costado (la parte del cuerpo desde las costillas hasta la cadera), que también pueda extenderse a la zona de la ingle y el muslo, así como en los testículos, en el caso de los hombres. Asmismo, pueden aparecer también náuseas, vómitos, sangre en la orina (la orina tiene color rosado), micciones dolorosas y/o fiebre. El cólico renal es una situación de urgencia y requiere de atención médica inmediata.

Si en vez de un dolor intenso los cálculos producen un dolor sordo, será necesario realizar pruebas para determinar el origen y si son la manifestación de alguna otra enfermedad. lgunos cálculos no provocan ninguna molestia. Algunos cálculos no produce dolor: son asintomáticos y normalmente, pequeños.

Para evitar su formación, se recomienda beber, uniformemente, entre 2,5 y 3 litros al día. Las bebidas más recomendables han de ser de pH neutro, tales como el agua o la lecha. Asimismo, controle cuánto orina en una jornada y el color de su micción (ha de ser claro). Si vive en un clima cálido o realiza mucho ejercicio físico, aumente el consumo líquido.

Una correcta prevención de formación de cálculos también se sustenta en una oportuna dieta, que ha de ser equilibrada y variada, y en la que se recomienda ante todo, ingerir verduras, fibras, frutas, alimentos bajos en oxalato (como huevos, lentejas, arroz blanco, uvas, coliflor, calabacín, etc.) así como evitar las proteínas animales.

Tratamientos

Litotricia por ondas de choque (LEOC)

La LEOC se realiza mediante una máquina que puede romper los cálculos desde el exterior del cuerpo. Para romper el cálculo se transmiten ondas de choque (pulsos cortos de ondas de sonido de alta energía) dirigidas al cálculo a través de la piel. El cálculo absorbe la energía de las ondas de choque y esto hace que se rompa en trozos más pequeños. Los fragmentos resultantes se eliminan por la orina.

Este tratamiento es adecuado para el 90% de los pacientes, aunque su estado depende de factores como las características del cálculo y el estado físico del paciente.

Ureteroscopia (URS)

La URS es un tipo de tratamiento que se realiza con un endoscopio de calibre pequeño. En un sólo procedimiento se pueden localizar, desintegrar y extraer los cálculos. Se trata de una técnica frecuente cuyas tasas de éxito es muy alto y las complicaciones, muy bajas.

Se utiliza un uretroscopio (rígido o flexible, según la localización del cálculo) que se introduce a través de la uretra, sin necesidad de hacer incisión alguna. Cuando se identifica el cálculo, puede extraerse utilizando una ‘cesta’ especial. Si es demasiado grande, este se fragmenta mediante láser ultrasonidos o un litrotiptor neumático (funciona a semejanza de un pequeño martillo neumático). Dependiendo del resultado de la operación, el médico puede colocar un catéter en el uréter por el que la orina fluirá hasta que el flujo vuelva a ser normal.

La URS se recomienda fundamentalmente para aquellos casos en los que el cálculo no sobrepase los dos centímetros. Si es mayor, se optaría por la LEOC.

Nefrolitotomía percutánea (NLP)

La NLP es una cirugía para extraer cálculos grandes directamente del rión. La ventaja es que se extraen incluso cálculos muy grandes en una sola operación. No obstante, en comparación con la LEOC y la URS, es más invasiva y cuenta con un mayor riesgo de complicaciones, sobre todo, por posible hemorragias o fiebre.

La NLP se realiza bajo anestesia general. Mientras el paciente está anestesiado, el médico punciona el riñón con una aguja a través de la piel. El cirujano hace el canal de punción lo suficientemente grande como para insertar el nefroscopio, a través del que se extrae los cálculos (de una pieza o fraccionados, según el tamaño).